Nadie en el género criminal la supera. Baltimore Sun Quince años atrás, Chris Whitman, en su último curso de instituto, fue a prisión por asesinar a su novia, Cheryl Diggs. Impulsado por un equivocado sentido de la caballerosidad, confeso, decidido librar a otra compañera de clase, la hermosa y vulnerable Terry McLaughlin de tener que testificar en su juicio. Cuando la verdad salió a la luz, Chris salió de prisión, se casó con Terry, que estaba embarazada de él, y se cambió el apellido por el de Donatti.

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