Yo sigo atrapándome entre sus piernas porque necesito pequeñas dosis de su presencia para curarme. Del mal, sólo del, mal, proviene la cura. Un goteo, derrames por las ingles, su olor aletargando mis sentidos, reacciones irreversibles. Ella es mi mal, ella es mi vacuna, ella es el círculo a asesino con el cual puedo salvar mi vida.

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