Sesenta años vivió Pedro Castera, nacido y muerto en la Ciudad de México, en la segunda mitad del XIX. Como hombre de su tiempo, participó en política, guerreó contra los franceses, escribió en periódicos. Fue también un apasionado de los estudios científicos, buscador de tesoros y de espíritus en cuya caza hizo de médium. Sus cuentos sobre la vida de los mineros resultan fundadores de un nuevo espacio y sus habitantes para las letras nacionales. Pedro Castera es uno de los excéntricos imprescindibles, y menos conocidos, de nuestra cultura.