Vicente vive con su abuela en un pequeño pueblo en México. Cuando sus tíos regresan de Estados Unidos y amenazan con vender las tierras de la abuela, Vicente viaja a la Ciudad de México en busca de justicia. Se queda con su madre, a quien no ve desde que era niño, y se ve confrontado con un sistema de justicia que parece impenetrable. Formalmente ambiciosa, esta ópera prima de Nicolás Pereda sentó las bases para el mundo cinematográfico cada vez más autorreferencial que elaboraría en sus posteriores películas.