El ser humano se encuentra expuesto al As a través de las vías respiratorias, por forma gastrointestinal, en la ingesta de alimentos y por la exposición, doméstica o laboral de productos químicos. Las principales enfermedades relacionadas al As son cáncer (de piel, nariz, pulmón, hígado, próstata, vejiga, riñón, leucemias y linfomas), diabetes, hiperqueratosis, daño en neuronas, fibrosis pulmonar, enfermedades cardiovasculares, gastrointestinales, de reproducción y alteraciones cognitivas. Los compuestos de As son capaces de inhibir más de doscientas enzimas en el ser humano y producir estrés oxidativo que daña al ADN, lo que se relaciona con la alteración de vías de regularización de las células y los factores de transcripción, mecanismos importantes en la carcinogénesis. Una alternativa de solución sustentable es la biorremidación microbiana, la cual consiste en la biotransformación del arsénico en el medio ambiente.