La lírica de Garcilaso de la Vega, publicada de manera póstuma en 1543, abrió una nueva dimensión en la poesía castellana, al hacer de la naturaleza fuente de inspiración de sus imágenes poéticas, al abrirse al autoanálisis sentimental, a la sensibilidad ante la belleza sensual, así como a referencias a los poetas latinos y a motivos mitológicos clásicos. Este volumen reúne toda su obra, compuesta por églogas, elegías, canciones, sonetos y una epístola a Juan Boscán. Junto con Garcilaso, Juan Boscán, transformó completamente la poesía castellana, al introducir la métrica italiana y los motivos y estructuras del petrarquismo, dejando atrás la lírica trovadoresca. Su obra, compilada en estas páginas, está conformada por poesías en metros tradicionales castellanos, pero sobre todo por sonetos, canciones renacentistas, villancicos, coplas, tercetos y octavas reales.