La palabra amarantus, que da nombre al catálogo que acompaña a la exposición en el MUAC, proviene del griego y designa a una flor quenunca muere —como la del amaranto, que nunca semarchita—. Esta planta aún se utiliza para elaborar ixiptlahuan, figuras antropo y zoomorfas que seconsumen de manera ritual por algunos pueblosindígenas en México. La flor de amaranto representa lapersistencia de esos “objetos incómodos” que Castillo Deball hace evidentes en sus recorridos y aproximacioneshistóricas y que nos siguen hablando en el presente.

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