ANDY WARHOL
-20%
Compartir:

Esta expresión es la que ponía Warhol cuando quería demostrar que era capaz de estar mucho rato sin parpadear. Aquí puede apreciarse su profunda mirada, indicadora de la inteligencia que le caracterizó. Enamorado de la belleza, tuvo que aprender a convivir con un aspecto físico que no le gustaba, como su nariz y su delicada piel. Pero fue precisamente el aceptarse a si mismo, ironizando sobre sus defectos, lo que marcó su filosofía de la vida: tomó lo bueno de la existencia y asumió o se rió de lo que no pudo eludir.

Detalles

Otros libros del autor

Artículos relacionados