El 28 de marzo de 1939 Julián Besteiro, dirigente socialista y ex presidente de las Cortes, fue detenido en Madrid. Acusado de adhesión a la rebelión militar, fue encarcelado en las prisiones de Porlier y Cisne. Juzgado en consejo de guerra en julio de 1939, se le condenó a la pena de reclusión perpetua. En septiembre de 1939 llegó a Carmona, procedente de Dueñas, en cuya cárcel vivió hasta su muerte, triste y menesterosa, acaecida el 27 de septiembre de 1940. Al ser denegado el traslado de sus restos mortales a Madrid, su viuda, Dolores Cebrián, decidió enterrarle en Carmona. Veinte años después, en 1960, se levantó la prohibición y Besteiro pudo reposar en el cementerio civil de Madrid, junto a su maestro Pablo Iglesias. Estos son los hechos narrados en Años triunfales, novela cuya lectura, en palabras de Camilo José Cela, "deja un regusto amargo de una época sombría de nuestra historia más violenta"; pero en la que su autor "contribuye a la paz de los espíritus con el equilibrado manejo de la verdad".