En esta nueva y audaz relación de la historia operística, Gary Tomlinson conecta la ópera con la evolución de las visiones de la metafísica y la individualidad en los últimos cuatrocientos años. La voz operística -sostiene- ha abierto siempre mundos invisibles y suprasensibles a la percepción de los oyentes; al hacerlo, ha articulado las relaciones cambiantes entre el yo y la metafísica. Tomlinson examina estas relaciones tal y como han sido descritas por los filósofos, desde Ficino hasta Adorno pasando por Descartes, Kant y Nietzsche, todos los cuales trataron definir la ubicación del sujeto tanto en el ámbito material como en el metafísico. A continuación muestra el autor cómo, en su esfera cultural propia y distinta de la filosófica, la ópera ha llevado repetidamente al escenario las relaciones cambiantes del sujeto con la metafísica que éste implica. Abarcando de Jacopo Peri a Wagner, de Lully a Verdi y de Mozart a Britten. Canto metafísico detalla la interacción entre el canto, las palabras, el teatro y los sonidos empleados por los autores de ópera para llenar los contornos de las subjetividades intuidas. El libro ofrece profundas explicaciones sobre la perenne fascinación que la ópera ha ejercido en la cultura europea de elite y señala algunas de las importantes dificultades que han afectado a esta fascinación desde la época de Wagner.