Al cumplir 36 años de haberse publicado la Primera edición en 1981, sale a la luz la octava y en ella, el objetivo fundamental no ha cambiado, es decir, se privilegia la práctica clínica de la medicina, que sigue siendo la base primordial de todo médico, a pesar de los grandes avances tecnológicos que han emergido en este tiempo y este aspecto, se enfatiza, por que el crecimiento vertiginoso de la tecnología en la medicina; de modo imperceptible ha ido tergiversando el objetivo fundamental del médico que es la atención con alta calidad profesional salpicada de una buena dosis de humanismo para el paciente, por otra finalidad, que es el perfeccionarse en el manejo de los equipos de alta tecnología y la interpretación de sus resultados, dejando como un objetivo secundario al paciente. En la actualidad para poderse considerar un médico moderno, el esfuerzo es doble: requiere dominar la medicina clínica y también conocer la tecnología que se usa para poder ofrecer una atención médica de alta calidad y con el costo justo.