Una de las primeras características en la forma de escribir de Paulino es su claro dominio del arte teatral, que evidentemente ha evolucionado desde su conocimiento de la dramaturgia clásica hasta la escritura de los autores más contemporáneos, en una trayectoria que, según se desprende de la propia forma de componer obras teatrales de su autor, presenta en el desembarco en la estilística tragicómica una manifestación relevante. La tragicomedia, en efecto y a mi modo de entender el arte teatral, constituye una de las singularidades más relevantes de la escritura escénica, al igual que una forma madura, docta e inteligente de comprender y dar rango artístico a la vida del ser humano. La segunda condición que cabe destacar de las obras escénicas escritas por Paulino García de Andrés a lo largo de su trayectoria es el destacado amor por la tierra que le vio nacer. Paulino, como se evidencia claramente en su evolución como escritor y dramaturgo, se ha visto siempre atraído por la historia, las tradiciones, los sucesos, los ritos y las costumbres que han marcado la evolución de Tarancueña y todas las poblaciones de esta singularísima zona de Castilla, que ha permanecido, asimismo, siempre vinculada tanto a la trayectoria de España como a la consolidación y materialización de las artes en sus distintos aspectos y características. De ahí la importancia de sus obras, cuya lectura evidencia siempre su profundo contacto con la historia de nuestro país.