Muchos hombres se han dedicado a la caza de microbios, ellos encontraron la puerta a un territorio inexplorado enorme y misterioso. Este sitio solamente puede ser visto a través de la lente de poderosos microscopios, y nos muestra un apasionante mundo en el que sus habitantes, seres infinitamente pequeños, tienen una influencia poderosa sobre nosotros. A través de las páginas de este libro echamos un vistazo al laboratorio que muchos científicos como Leewenhoek, Roberto Kock, Luis Pasteur, Emili Rouz, Pablo Ehrlich, etc. y comprendemos como fue que todos ellos se enrolaron en las filas de los cazadores de microbios y lograron comprender y encontrar la cura a enfermedades que durante diez siglos mermaron poblaciones.