¿Fue la época, el contexto histórico, la buena estrella, una mujer o todo junto, lo que influyó para que escritoras y escritores inmortalizaran sus obras dentro de la Literatura Universal? Algunos creen que la vida privada de cualquier artista (en este caso, escritores) no importa, que por qué andamos sacando sus trapos sucios, que dejemos de rascarle al pasado, que no importa si fue un asesino o un loco abusivo, que sólo debemos ver sus obras y legado, pero ¿cómo vamos a entender chingón De profundis, de Oscar Wilde, si no sabemos que lo escribió desde la cárcel y por qué lo metieron? O, cómo el desamor de Hans Christian Andersen se transformó en La sirenita. O, cómo Polidori, sin querer y sin planearlo, gracias a Lord Byron, creó al vampiro moderno y romántico que hoy vemos en la televisión. Cada cosa que nos pasa, escritoras y escritores incluidos, voluntaria e involuntariamente, nos hace ser lo que somos; y en ambos casos, su historia de vida tuvo mucho que ver con lo que escribieron. Dónde nacieron, cómo fue su infancia, si tuvieron padres que los amaron, si fueron enfermizos –como las Brontë o Bram Stoker–, si en un arranque de furia quemaron sus manuscritos –como Elena Garro o Vladimir Nabokov–, si tuvieron que huir de su país por su postura política –como Victor Hugo–, quiénes tuvieron mecenas –como James Joyce– o quién se peleó con quién y se tumbaron la carrera…Amor, rencor, odio, frustración, desamor, lo convirtieron en literatura. Y eso fue lo primero que me hizo meterme a rascar en su vida privada, todos esos escándalos o anécdotas son parte de la historia que los ha acompañado desde siempre. Y como dicen las abuelas: el que busca, encuentra. Y yo encontré un montón y como mi pecho no es bodega, lo tengo que compartir. Así que, yo les sugiero que se traigan su botanita cantinera, sus palomitas, su refresquito bien frío, una chelita o una copita de vino. Se vale manchar el libro con dedos de Cheetos porque lo que van a leer aquí se va a poner buenísimo. 38 chismecitos literarios alrededor de Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis, Emmanuel Carballo, Elena Garro, Elena Poniatowska, Fernando Benítez, Gabriel García Márquez, José Emilio Pacheco , Octavio Paz, Salvador Elizondo, Carmen Ballcels, Elena Garro, Leonor Acevedo, Jorge Luis Borges, Miguel de Cervantes Saavedra, Félix Lope de Vega, Federico García Lorca, Salvador Dalí y Luis Buñuel, Sir Arthur Conan Doyle, William Shakespeare, John William Polidori, Lord Bayron, Mary Shelley, Charles Dickens, Charlotte Brontë, Emily Brontë, Anne Brontë, Oscar Wilde, Bram Stoker, Agatha Christie, Alejandro Dumas, Victor Hugo , Julio Verne, Paul Verlaine, Arthur Rimbaud, Céleste Albaret, Marcel Proust, Antoine Saint Exupéry, Consuelo Suncín-Sandoval Zeceña, Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre, Charles Perrault, Hans Christian Andersen, los Hermanos Grimm, Marie-Catherine Le Jumel de Barneville, Condesa de d’Aulnoy, Gabrielle Sizanne Barbot de Villeneuve, Jeannette y Marie Hassenpflug, Jenny von Droste-Hülstoff, Dorothea Viehmann, Henriette Dorothea Wild, Goethe, Vera Nabókova, Vladimir Nabokov, Edith Aarón, Julio Cortázar, Edgar Alan Poe, Emily Dickinson, Louisa May Alcott, Sylvia Beach, Margaret Anderson, Jane Heap, Harriet Weaver, James Joyce, Dr. Theodor Seuss, Helen Palmer, Harper Lee, Truman Capote, Alice K. Turner, Ana Dias, Anne Sexton, Anita Kunz, Annie Proulx, Doris Lessing, Ellen von Unwert, Gloria Steinem, Gretchen Edgren, Joyce Carol Oates, Margaret Atwood, Marilyn Grabowski, Michelle Urry, Nadine Gordimer, Olivia De Beradinis, Shirley Jackson, Suze Randall y Ursula K. Le Guin