Una obra que plantea la circunstancia real y la necesidad legislativa para prevenir, capacitar y proteger a los usuarios de los mecanismos que radican en estos medios de comunicación. Los cibernautas bien intencionados emplean su tiempo para ampliar su mundo cognoscitivo visitando museos, leyendo obras literarias otrora inaccesibles, adquiriendo boletos para un espectáculo, opinando públicamente acerca de sus gobernantes o conseguir pareja. Pero hay gente que ha empleado estos medios para delinquir. Por ello, esta obra plantea la necesidad de legislar para reconocer los delitos y combatirlos. El autor hace una rápida revisión de los avances normativos que existen en algunos países y las oportunidades que aún quedan para que los cuerpos legislativos avancen en favor de la privacidad personal.