Esta obra está dedicada a la cirugía, la faceta quizás más espectacular de la actividad de un veterinario clínico. Seguramente porque se trata de una terapéutica directa, que se aplica con las manos y que dota al cirujano de una especie de poder mágico al que contribuye el hecho de que, a menudo, la resolución de una patología en el quirófano sea muy rápida. La práctica quirúrgica constituye, además, la prueba de fuego para el veterinario novel ya que, así como los éxitos en cirugía son muy evidentes y contribuyen en gran medida al prestigio del cirujano, también los fracasos parecen ser especialmente relevantes. En cualquier caso, la aureola de mito que rodea a la cirugía y al cirujano obliga a planificar con detalle cada acto quirúrgico, a diseñarlo cuidadosamente con el objetivo de lograr los mejores resultados en el tiempo más breve y con el menor traumatismo posible. Todo ello contribuirá además a que el clínico disfrute en el quirófano, porque la cirugía puede y debe ser un placer. Este es un libro sin pretensiones, que quiere acompañar al veterinario en el quirófano, reflejo gráfico de la labor clínica de cada día, de la experiencia adquirida en ella, de los éxitos y de los fracasos.