Son los libros de pinturas y caracteres, como llamaron los cronistas del siglo XVI a los códices mesoamericanos, preciados testimonios del desarrollo cultural alcanzado por los antiguos mexicanos. A la par que la riqueza de sus monumentos, pirámides, palacios, juegos de pelota, esculturas y pinturas murales, los códices son signos glíficos y el colorido de sus imágenes muestran mucho de lo que fue su visión del mundo. Incluyó ella la expresión de su pensamiento sobre los orígenes cósmicos y los relatos de aconteceres particularmente significativos a lo largo de su historia: fundación de pueblos y ciudades, genealogías y proezas de sus gobernantes, enfrentamientos bélicos. Todo ello enmarcado casi siempre en sus cuentas calendáricas y a veces también en imágenes que evocan la geografía del correspondiente lugar. Miguel León-Portilla

Detalles

Otros libros del autor