El día que Jacinto Pereira cambio su nombre por "Confusio Koelho", también cambio la vida de muchas personas, nadie sabe si para bien o para mal. Porque cada uno hace lo que el destino decide. Todo empezó al momento que tomó las riendas de los acontecimientos; cuando Jacinto, sin nada que lo atara al lugar que lo vio nacer, caminó durante horas con un bolso y una mochila a la terminal de buses, donde lanzó los dados imaginarios que lo persuadieron a comprar un boleta a la gran ciudad, esta es su historia.