Nuestros cuerpos se encuentran en una guerra permanente durante las veinticuatro horas del día. Estamos rodeados por millones de diminutos pero potentes microbios, ávidos por invadirnos y ocupar nuestros órganos y tejidos, con capacidad para causarnos multitud de enfermedades y hasta la muerte, ante os que sucumbiríamos, como sucede a veces, si no fuera por las fuerzas defensivas, tan complejas y vigilantes, de nuestro sistema inmunológico. Conocer el funcionamiento de ese sistema tiene una gran importancia para poder contribuir, conscientemente, a la defensa de nuestros cuerpos.