"La noche, la ausencia de luz, el cambio de los escenarios, el imperio de lo arcano. Periodo en el cual la temperatura baja, el sol no desespera, el tránsito de vehículos y de gente se reduce, porque muchos buscan el refugio de sus casas para descansar, convivir con otros, alejarse de los potenciales peligros que la oscuridad favorece, dormir y retomar fuerzas. Sin embargo, entre algunos no es suficiente la paz, el recogimiento, el repliegue que dicta la sensatez, No. Ellos buscan los rincones que se vuelven accesibles, las oportunidades únicas, el lapso para divertirse, procurar planes y retos, conquistar amores, explorar entre escondrijos la aventura, el enajenamiento de la mente; celebrar; avivar el pleito. Los personajes de De noche fue el desmadre, libro de cuentos y relatos varios, pasean por calles, viajan en trajineras de Xochimilco, asisten a fiestas, visitan a los amigos, van al parque. La noche los contagia de miedo y emoción ante las expectativas que propicia, se doblegan ante su encanto, se entregan a ella con pasión, la disfrutan, se regocijan con los placeres mundanos, aunque, incluso, puedan morir en la experiencia. La noche los posee con sus abundantes caminos. Saúl Castro despliega en esta obra su talento narrativo con un tono fresco y una exposición rápida y clara, sin tropiezos ni retóricas estorbosas. Sus personajes (niños, adolescentes, jóvenes) se descubren buscando oportunidades para dar un giro a sus vidas y hallar un destino que aún desconocen si ya ha comenzado. Arturo Texcahua"