Siguiendo las volutas reflexivas de Ezra Pound y Roger Scruton, De sombra y olvido asume que la tradición es eso bello que conservamos. No se trata únicamente de explorar sendas perdidas, sino de retomar/remontar las voces. Retornar. Sí, José Manuel Recillas (Ciudad de México, 1964) podría decir, modulando a Basho, que busca lo que buscaron nuestros ancestros, incluso en el polvo, en el silencio, pero asimismo está consciente de que además de la reelaboración crítica, según la formulara Pound en su famoso apotegma “Hazlo como si fuera nuevo”, se requiere recuperar y reconfigurar las palabras memorables, las ya dichas frases, las piezas ya escritas, hasta convertirlas en un original canon, de la misma manera en que las notas de organistas anónimos repercutieron en laSensibilidad barroca, como indica la clave de epígrafes augurales, la de Recillas es también una travesía musical, que al tiempo que dialoga con sus maestros –y con un idioma que lo orienta: el alemán– persigue el arte de la fuga y convierte a la reflexión en música. Por ello, recurre sin alarde, mas tampoco sin recato, a la intertextualidad y a las variaciones, asumiendo como suyos poemas de otros en nueva lengua, e incorporando a los propios los vestigios ajenos. Escucha del silencio, no sorprende que en sus piezas afloren nuevos significados, pues fiel a su credo, este poeta es también amigo de los sentidos –en la ambigüedad de la acepción–. revolución de Bach y Mozart.