Devastación debería venir con una advertencia de las autoridades sanitarias. La novela de Tom Kristensen, sobre un crítico literario de treinta y tantos años que se arroja a una vorágine de alcohol, sexo y jazz, es uno de los relatos de autodestrucción más inquietantes y absorbentes de la literatura europea moderna. A medio camino entre el Céline del Viaje al fin de la noche y Knausgard, devoto confeso de Devastación, en estas páginas conoceremos a uno de esos personajes inolvidables de la gran literatura universal. Aburrido del progresivo aburguesamiento de su existencia, y asfixiado por las actitudes "correctas", las conversaciones anodinas y las reuniones literarias, Ole Jastrau siente que su vida carece de sentido: a pesar de sus coqueteos con algunas ideas políticas y la religión, su sensación de vacío vital crece cada día, así como el sentimiento de haber traicionado el espíritu revolucionario y poético que lo animaba en su juventud.

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