Evariste Galois, uno de los más grandes genios de la humanidad y el matemático más precoz de la historia, fue un revolucionario que murió en un duelo a los veinte años, el último de los cuales lo pasó en la cárcel detenido por razones políticas. Creador de la teoría que lleva su nombre, uno de los fundadores del álgebra moderna, revolucionó la matemática valorizando el uso de la noción de estructura. Su militancia política que lo condujo a la cárcel primero y luego a la muerte temprana estaba cimentada en profundas convicciones filosóficas, excepcionalmente avanzadas para su época. En ellas basó su enfoque de la ciencia como actividad humana y colectiva cuyo desarrollo pleno se lograría sustituyendo el individualismo competitivo por la cooperación solidaria. El libro de Leapold Infeld, colaborador de Einstein, que contiene documentos no publicados anteriormente, ha sido extrañamente poco difundido en el mundo entero. Esta edición en especial de Siglo XXI constituye un homenaje a la figura maravillosa de Galois y una contribución al esclarecimiento de cuestiones esenciales para valorar la historia de la ciencia.