A la manera de los bestiarios medievales, El libro de los seres imaginarios contiene un fascinante catálogo de criaturas insólitas, desde el Hipogrifo concebido por los griegos como un cruce de águila, león y serpiente hasta un monstruo informe solo soñado por Kafka. Gracias a la brillante pluma de Jorge Luis Borges, el pasado convive con la modernidad y la fábula se alía a la reflexión metafísica. Dotado de ironía, erudición e inteligencia, el conjunto acaba llevándonos no sólo por los pasadizos históricos de la imaginación, sino también por las obsesiones, los miedos y los anhelos de la humanidad.