Desde 2013, el tema de este libro ha sido uno de los que más ha atraído la atención de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y de los Estados integrantes del denominado G20. Su interés radica en la disminución que en los ingresos tributarios de todos los Estados genera el efecto de las transacciones internacionales efectuadas entre partes relacionadas con el propósito que el título de este libro describe. Sin embargo, ante la falta de uniformidad entre las legislaciones de los Estados y la existencia de distintas tasas impositivas, las empresas trasnacionales y las personas físicas con posibilidad de operar e invertir en el extranjero tuvieron frente a sí un incentivo natural que los llevó a invertir gran cantidad de tiempo y recursos en estructurar sus operaciones de tal manera que pudieran beneficiarse de esas discrepancias. Ante esta situación, cada vez resulta más frecuente encontrar contribuyentes dispuestos a implementar estructuras de negocios sofisticadas, costosas, y quizá hasta agresivas, con el propósito de minimizar o eliminar la carga fiscal que los afecta, a través de trasladar ingresos hacia jurisdicciones con menores cargas tributarias. Por contra, las deducciones las asignan a sus inversiones en Estados en los que las cargas tributarias son mayores. Es así como se produce el consecuente perjuicio en la recaudación de los Estados de residencia de las empresas que llevan a cabo las estructuras de negocios referidas. Es así que, como punto de partida, en ciertos capítulos se analizan los reportes específicos emitidos por la OCDE a la fecha de esta publicación, de conformidad con el plan de acción que se propuso este organismo internacional. Se evaluaron las medidas cuya implementación sugiere para combatir la erosión de la base gravable, algunas de las cuales consideramos que podrían atentar contra la libertad de los contribuyentes a celebrar sus actos jurídicos, a pesar de existir legítimos propósitos de negocio al ll