Con algunas adiciones retomo en este texto el contenido de una conferencia que expuse en un foro del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, relacionada con las medidas de apremio y disciplinas previstas por el Código Nacional de Procedimientos Penales. Éste me parece un tema poco estudiado por la doctrina, aunque en la práctica suele generar críticas dificultades, razón por cual propongo algunas reflexiones a partir del origen del mismo apremio y la disciplina como medios para lograr un ordenado desarrollo del proceso. El título del trabajo alude a ello, pues la descripción homérica de escudo de Aquiles contenida en la llíada, pone de manifiesto la existencia de dichas medidas en el primer proceso judicial de que se tiene noticia. Aunque, por otra parte, considero innegable también la importancia del análisis hermenéutico de las actuales disposiciones procesales sobre el apremio y el disciplinamiento, más aun cuando el enfoque no se da solo en el plano teórico, sino de cara escenarios prácticos, lo que nos lleva a proponer, por ejemplo, la exigencia al juzgador de considerar extensivos a las citas medidas los principios que en las resoluciones se aplican para decretar las medidas cautelares. Mi análisis constituye solamente una aproximación a tales cuestiones en el proceso penal, como un paso para abrir una discusión seria al respecto, no solamente en el ámbito doctrinal, sino también en la actividad cotidiana de los operarios del sistema de justicia penal.