El cerebro es el órgano donde residen las capacidades cognitivas del ser humano y donde tiene su origen el procesamiento del lenguaje. Por eso, asociamos la actividad intelectual con la cabeza. Pero para estudias hace falta todo el cuerpo, y, especialmente, el corazón. Este otro órgano, que actúa como impulsor de la sangre, simboliza el ímpetu, el empuje, el convencimiento y las ganas de afrontar cualquier empresa, por difícil que sea. El corazón nos evoca la motivación. Estudiar con cabeza y corazón no es un libro solo de consulta, sino también de lectura. Junto a las diversas técnicas, ejemplos y recomendaciones se van intercalando casos prácticos, anécdotas y opiniones de expertos, así como pasajes de novelas, biografías y ensayos que contienen situaciones o pensamientos relacionados con el estudio. El autor de esta obra ha conseguido sacar de paseo a las técnicas de estudio para que respiren una atmósfera más fresca que la de los manuales tradicionales o las situaciones ideales estereotipadas; llevarlas de viaje a través de la ficción, el ensayo y las memorias; oxigenarlas de la mano de personas anónimas pero reales, y también de personalidades ilustres o entrañables personajes de ficción.