Presentar estudios de derecho procesal constitucional puede ser una tarea fácil cuando lo que se quiere es fomentar el desarrollo de una disciplina que en Europa cuesta ingresar, y que Luis A. Cucarella lo intenta con esta obra. Sin embargo, no sería fiel a mi estilo, ni corresponde que el lector asome por curiosidad a la lectura sin estar advertido desde el prólogo de cuánto se va a encontrar. Lo primero que cabe apuntar es que estos estudios no son una reunión desordenada de investigaciones producidas en tiempos variables. Hay un orden de exposición que el autor desde el inicio aclara. Esta construcción recorre tres áreas que, en conjunto, podrían subir al escenario como una teoría general del derecho procesal constitucional. Pero no alcanza a serlo, porque el profesor arrolla su discurso con la visión del jurista que quiere enfocar solamente la polémica, mostrar las dificultades, proponer ideas, y dar una visión comparada entre América y Europa que gran favor le hace al interesado en saber de qué se trata esta ciencia. En los comienzos nunca se habló en Europa de derecho procesal constitucional, sino de una justicia o jurisdicción constitucional que se diferenciaba conforme fueran los modelos dispuestos para el control de constitucionalidad. Una visión acotada así derivó en notorias imprecisiones y fuga de ideas que, precisamente por su limitación dogmática, quedaron aisladas. En efecto, no era posible confundir el rol del juez americano (me refiero al de Estados Unidos de Norteamérica) cuando atendía en un caso concreto; con el tribunal concentrado del sistema europeo que resuelve haciendo abstracción de la causa. Son caminos confusos que demuestran la inconsistencia de las respuestas que se toman desde una u otra posición.