El Maligno tiene su escondite en una mansión antigua y arruinada de la Ciudad de México. Allí, bajo los salones majestuosos y desiertos, hay una gruta maldita donde una hechicera, Aradia, celebra rituales sangrientos y blasfemos. Por otra parte, de manera extraña, en el mismo predio, hay una torre altísima, donde una mujer, Soledad, lleva muchos años encerrada. En esas ruinas suelen desaparecer niños y niñas. Nadie sabe quién los rapta o para qué. El padre Juan Francisco, un sacerdote, se adentra en las tinieblas de esa mansión para efectuar uno de los exorcismos más espeluznantes de los que jamás se haya tenido noticia.

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