En materia familiar hemos comenzado el siglo XXI con grandes cambios que derivan hacia la necesidad de atender nuevas situaciones sociales y, por ende, nuevas situaciones jurídicas. La familia, en este mundo globalizado, nos presenta nuevas estructuras y nos invoca la necesidad de una "reconceptualización" ante fenómenos que ya no son aislados ni esporádicos. Conceptos y derechos familiares que demandan un estudio inminente y pormenorizado de los mismos para poder dar respuesta a una serie de situaciones que, como decimos, cada vez son más cotidianas y necesarias por la demanda que implican. De esta manera, tenemos un nuevo concepto de familia internacional, ante el trasiego transfronterizo evidente, en donde se produce una internacionalización de la adopción, se reclaman alimentos por la vía internacional, se demanda por secuestro internacional de menores y prolifera el tráfico y trata internacional de niños, niñas y adolescentes. En esta parcela de la protección internacional (e integral) de la infancia tiene un papel fundamental el Derecho internacional privado, ya que atiende aquellas situaciones jurídicas privadas, con elemento de internacionalidad, desarrolladas en un plano de horizontalidad, y que se centra en el estudio o análisis de cuatro grandes sectores constitutivos de su contenido: competencia judicial internacional, derecho aplicable, reconocimiento y ejecución de sentencias extranjeras, así como la cooperación internacional. En este contexto, el libro que el lector tiene en sus manos analiza toda la normativa convencional, firmada y ratificada por México, en materia de adopción, alimentos, sustracción, tráfico y trata de infantes, así como el contenido de la normativa autónoma o interna mexicana sobre la materia; destacando, por una parte, el orden jerárquico de las normas mexicanas, y por otra, subrayando las luces y sombras que planean sobre nuestro ordenamiento jurídico mexicano, es decir, tanto a través de la norma convencional como de la norm