En vísperas de la revuelta de mayo del 68 en París, ¿quién nos seduce con estas remembranzas de reyes, personajes y curiosidades botánicas? ¿Por qué rememora a Celestino Barallat, quien, a pesar de haber estallado la Comuna prefiere habitar en Sophie y no regresar de momento a Barcelona? Es mayo uno, nueve, seis, ocho? ¿Será que los acontecimientos se repiten o es porque, en este caso, los une un amor sin tiempo por las plantas? Las personas se van, como así lo decidieron Sophie y Violeta Parra, pero las emociones que despiertan son ecos infinitos imposibles de inventariar.