Hace algún tiempo, esta misma editorial publicó El gran libro del dandismo, que compila los más destacados textos franceses sobre el tema. Es un libro hermoso. Pero inmediatamente percibimos que estaba incompleto o, mejor dicho, que necesitaba un segundo volumen que pudiera completar el mapa de ese movimiento estético de la modernidad: faltaba el gran libro del dandismo anglosajón. Gentlemen, pues, reúne los mejores escritos del dandismo inglés. De los ensayos cargados de una ironía radical de William Hazlitt, pasando por el desopilante Libro de los snobs de William M. Thackeray, llegando a dos conferencias casi desconocidas en castellano sobre la decoración del hogar y el modelaje, de Oscar Wilde, hasta desembocar en la semblanza que Virginia Woolf realiza del Beau Brummel (o el arte de hacer la corbata llevado a su perfección) este libro no tiene desperdicio. Gentlemen introduce, al mismo tiempo, una doble lectura, un doble placer. De un lado, permite ser leído como un maravilloso conjunto de prosas literarias divertidas, ingeniosas, satíricas, siempre dispuestas a arrancarnos una carcajada. Es muy difícil escribir mejor que los dandis ingleses, que hacen de la elegancia y de cierta sorna su carta de presentación. Y a la vez, puede ser leído como un formidable trabajo de historia cultural del dandismo, ese movimiento que, surgido en el siglo XIX, es todavía hoy, en sus diferentes reencarnaciones, el horizonte que vuelve artistas a los artistas.