En su libro Exegetical Fallacíes D.A. Carson explica por qué: Si se comete un error al interpretar una obra de Shakespeare, o si no se lee bien un fragmento de ... [Cervantes], hay pocas probabilidades de que las consecuencias tengan un alcance eterno; no obstante, no podemos aceptar la misma laxitud al interpretar las Escrituras. Estamos tratando con los pensamientos de Dios, por lo cual tenemos la obligación de hacer todos los sacrificios necesarios para entenderlos a cabalidad y explicarlos claramente. En la Guía Holman de Interpretación Bíblica David S. Dockery y George H. Guthrie presentan los aspectos básicos para interpretar, aplicar y comunicar la Palabra de Dios en la enseñanza y la predicación. La parte central de este libro es una sesión con Dockery y Guthrie como profesores personales. Es como si ellos estuvieran con usted mostrándoles los pasos para la interpretación, y aplicándolos a Filipenses 2:5-11. En un cuadro que será útil cada vez que usted prepare una lección o un sermón, ellos han resumido los pasos para la interpretación bíblica y la presentación.