Ser una supermujer no es tan glamuroso como lo hacen ver las caricaturas. Hacer malabares con una carrera, una relación, una familia, las tareas del hogar, ir de compras, planificar y pagar las cuentas dista mucho de tener una capa y un maquillaje perfecto. Vivir una vida equilibrada y plena, donde puedas trabajar y cuidar de tu familia y de ti misma, no es fácil. Requiere tiempo, conciencia de uno mismo y, sobre todo, estrategias que realmente funcionen.