H de huésped, de hidrógeno, de hija, de hilera de hormigas que avanzan hasta convertirse en un solo cuerpo. H de hueco en el que todo cabe porque los contornos están siempre dispuestos a la posibilidad. Tomando prestada la voz del aire, el poema adquiere nueva forma: ?Aliento / cuerpo vivo / vivo en la boca / del cielo / habla / ¿quién habla?? Con el lenguaje del aliento vivo que habitamos, Peñalosa explora esa pregunta indescifrable ?¿quién habla?? y nos invita a mirar a través de la bóveda abierta que nos contiene en su respiración muda.

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