En realidad, la capacitación existió siempre. En cualquier caso en que alguien llega a hacer algo que antes no sabía, existe algún proceso educativo que permite que tal cosa suceda. Si nos aproximamos al estudio de formas más o menos organizadas que en la Argentina permitieron aprender a trabajar, encontramos datos muy antiguos. Incluso antes de que el país existiera como tal, podemos mencionar entre los intentos más conocidos y destacables el de los misioneros jesuitas que, en el siglo XVII, instituyeron de manera bastante cuidadosa la enseñanza de las destrezas propias de la agricultura, la recolección de miel, la cría de ganado y las artesanías. Transfirieron a los indígenas de la región métodos eficaces para cultivar maíz, mandioca, batata, caña de azúcar, legumbres, yerba mate y algodón y, con este, elaborar hilo y lienzo. Un dato muy interesante de este esfuerzo fue la guía para la construcción de instrumentosmusicales ymuebles. La gran disponibilidad de maderas en la zona de las misiones favoreció el desarrollo de estas actividades en la que los indígenas alcanzaron niveles comparables a los europeos.