IBD - Claves del pensamiento martiano
IBD - Claves del pensamiento martiano
[] para acompañar, americanos todos que habláis idioma español, el entierro de José Martà necesitarÃase su propia lengua, su órgano prodigioso lleno de innumerables registros, sus potentes coros verbales, sus trompas de oro, sus cuerdas quejosas, sus oboes sollozantes, sus flautas, sus tÃmpanos, sus liras, sus sistros. ¡SÃ, americanos, hay que decir quién fue aquel grande que ha caÃdo! Quien escribe estas lÃneas, que salen atropelladas de corazón y cerebro, no es de los que creen en las riquezas existentes de América Somos muy pobres Tan pobres, que nuestros espÃritus, si no viniese el alimento extranjero, se morirÃan de hambre. ¡Debemos llorar mucho por esto al que ha caÃdo! Quien murió allá en Cuba era de lo mejor, de lo poco que tenemos nosotros los pobres; era millonario y dadivoso: vaciaba su riqueza a cada instante, y como por la magia del cuento, siempre quedaba rico: hay entre los enormes volúmenes de la colección de La Nación tanto de su metal fino y piedras preciosas que podrÃa sacarse de allà la mejor y más rica estatua. Antes que nadie, Martà hizo admirar el secreto de las fuentes luminosas. [] ¡Oh, Cuba! ¡Eres muy bella, ciertamente, y hacen gloriosa obra los hijos tuyos que luchan porque te quieren libre; y bien hace el español en no dar paz a la mano por temor de perderte, Cuba admirable y rica y cien veces bendecida por mi lengua; mas la sangre de Martà no te pertenecÃa; pertenecÃa a toda una raza, a todo un continente; pertenecÃa a una briosa juventud que pierde en él quizá al primero de sus maestros; pertenecÃa al porvenir! (Rubén DarÃo, Los Raros)
Detalles
- Editorial: EDITORIAL VERBUM S.L.
- Año de edición: 2013
- ISBN: 9788479629038
- Páginas: 222