La poesía es un diario íntimo, cuya llave y secretos decides abrir -o no- a todo el mundo. Así me siento: aterrada y emocionada. Este poemario es la transcripción de un viaje al Hades. Fui Odiseo invocando a las estrellas para que dos personitas que me miran desde el cielo puedan abrazarme por última vez. Pero también fui Penélope esperándome y pidiéndome -por favor- que nunca más me vuelva a perder. Quien haya roto sus límites, llorado por ausencias y se haya mirado al espejo sin poder reconocerse, podrá entender de lo que hablo.