Hoy en día es difícil sostener que las democracias latinoamericanas avanzan todas y cada una por una ruta inequívoca de consolidación y desarrollo. Por el contrario, en los países de la región, la democracia es un escenario en el que confluyen diversas dinámicas de fortalecimiento, estancamiento y desgaste de las normas e instituciones que habilitan la inclusión, el pluralismo y la rendición de cuentas pública, en cada caso con distintas velocidades y niveles de profundidad. Inclusive, los procesos que parecen tener un impulso más vigoroso son los procesos de fragmentación, declive y supresión de los controles democráticos. En este contexto, el análisis de la democracia en América Latina necesita redefinir sus parámetros y coordenadas. La propuesta de este libro es pensar la construcción de la democracia desde una doble incertidumbre: la incertidumbre en los resultados electorales que se espera de la operación eficaz de un régimen electoral­mente competitivo y la que afecta a la estabilidad de las instituciones que protegen los derechos democráticos. Desde esta perspectiva, los capítulos que conforman este volumen analizan coyunturas específicas en distintos países latinoamericanos. En las distintas contribuciones se pone especial atención en la forma en que el descontento político, la participación electoral, la movilización social o la elección de nuevos líderes políticos, entre otras manifestaciones, generan interrogantes acerca de las capacidades de los regímenes políticos para responder de for­ma más o menos democrática a las demandas colectivas, en un marco de estabilidad política o desencadenando dinámicas de inestabilidad.