¿Qué tal si la meta no es hacerte rico, casarte o tener el cuerpo perfecto? ¿Qué tal si alcanzas tus metas y no te sientes feliz? ¿Qué tal si la felicidad, en lugar de ser temporal, fuera un estado de serenidad permanente? ¿Qué tal si la meta eres tú? Javier te propone cuestionar todo antes de obedecer inconscientemente a alguien y seguir fórmulas heredadas, para que llegues a la mejor versión de ti. Te lo dice un empresario de Nuevo León que a los cinco años ya pilotaba carros de carreras y hoy no solo es un orgulloso padre de familia, con tres hermosos hijos y una gran mujer a su lado; también dirige cerca de diez empresas, entre las cuales destaca una escuela, donde busca que sus alumnos desarrollen lo que él y su esposa llaman un estado de Bienestar Total, para que entonces encuentren la autenticidad y así puedan desarrollar su potencial.