Los grandes pintores retratistas, como los grandes fotógrafos, han hurgado en el interior de la personalidad y la psicología de sus modelos; ésa es la razón de su fama y su grandeza; dar a conocer la verdadera esencia que late en el fondo misterioso del alma del hombre y la mujer. Carlos Landeros ha sido un entrevistador fuera de serie, porque se ha empeñado y ha logrado penetrar en el secreto recinto donde habita lo que verdaderamente son sus interlocutores y nos ha heredado una galería de fantasmas inolvidables. Ahora nos depara esta visión histórica del Toreo, diseca sus entrañas al oficio de torear, revela vivencias y encuentros con las grandes figuras de la Fiesta, lamenta la involución del toro bravo hacia la mansedumbre y deja abierta la pregunta por el porvenir de esta vieja tradición hispánica e hispanoamericana que, al estar cambiando tan de prisa, como cambian de prisa la civilización y la cultura en que se desenvuelve, nos dice que mañana no será lo que es ahora o ya no será más.