El arte de educar, sencillamente trata de cómo nosotros, adultos, enseñamos el mundo a los niños, de cómo se lo transmitimos y con qué cuidado lo hacemos. Escucho a diario decir a las personas que no se sienten comprometidas, que no están a gusto en sus trabajos, que se sienten diferentes, que no pueden ser ellos mismos. Escucho a diario a docentes como yo decir que hay que luchar con las viejas estructuras de educación. Escucho a padres decir que quieren ofrecer a sus hijos algo diferente y no encuentran alternativas. Por eso, para los que buscan hallen, para que haya nuevos enfoques, nuevas posibilidades, debemos empezar a cambiar, primero mirando hacia nuestro interior y a partir de aquí animarnos cada uno a ser pionero, a ser creador de lo nuevo, a tomar consciencia de lo que deseamos y necesitamos. Por eso el mayor compromiso de los padres debería ser crecer como personas y la mayor responsabilidad, encontrarnos a nosotros mismos, para luego encontrar a nuestros hijos.