Gonzalo Villarino, autor de La Moral Ciudadana y otras ficciones, nos sorprende con veintiocho textos de crítica social, cultural y política, elaborados en un lenguaje variado y eficaz, muy distinto del idioma al uso en textos de similar factura e intención. Apreciamos en su discurso el aprendizaje, hoy en extinción, de una cultura familiar y escolar sustentada en las mejores lecturas de autores de la lengua castellana, que nos proporcionaron un acervo lingüístico tan amplio como sólido. El autor no se circunscribe al profuso género de la crónica, referida a sucesos ocurridos en un espacio-tiempo determinado, sino que desarrolla la parodia y la paráfrasis, evitando referencias puntuales y datos concretos, como si nos dijera: Al que le venga el sayo, que se lo ponga. El uso de la sátira y de la constante ironía que desarrolla Gonzalo Villarino constituye un notable aporte al ejercicio de la crítica social, toda vez que el autor evita la monserga, la recomendación, el juicio explícito o la condena rotunda, reemplazándolos hábilmente con atinadas interrogaciones. En esto acierta, porque el móvil esencial para que accedamos al júbilo de comprender es la pregunta, no la respuesta prefijada ni el vano discurso didáctico de los lugares comunes al que recurren, hasta la saciedad, los opinólogos de variado jaez. Su libro nos lleva a reflexionar, pues, motivados por la sonrisa escéptica y la duda que brota de la constante paradoja. Lectora, lector, abre estas páginas y disfruta su lectura. No te servirán de guía ni de autoayuda, ni de consuelo escatológico, pero te acercarán al entendimiento de la condición humana.