Más que un gran poeta, Ernesto Cardenal es un gran símbolo que no ha podido degradar el fracaso de la revolución nicaragüense. Con los años su poesía, de una elementalidad casi infantil, ha arraigado en el gusto de los jóvenes lectores. En este breve volumen se recopila lo que a juicio del mismo poeta es más representativo de su trabajo. El prólogo es del mismo autor y concluye así: “Me parece que hasta ahora yo he sido el único que se ha inspirado en la imagen actual del universo”; lo plasmó en su Cántico cósmico, poema de 500 páginas. Durante el rectorado de Raúl Arias Lovillo, Cardenal fue homenajeado. En su nombre se creó en Premio Ernesto Cardenal de Poesía, con una elevada cantidad de dinero como recompensa.