He aquí a Jesús, el Cristo, un ser esencialmente divino, no sujeto al karma, a través de cuya triple y armonizada envoltura -la física, la etérica y la astral- el Verbo Solar se ha hecho presente. Antes de presentar a Jesús como Amor transformado en acción, Schuré despliega un singular panorama histórico y esotérico del pueblo judío, de la Atlántida, Grecia y Roma e incluye a María y su Hijo en el ámbito de los esenios, revelando lo sucedido entre los trece y treinta años de la vida de Jesús; esos años acerca de los cuales los Evangelios guardan silencio. Es, sin duda, un libro que invita a reflexiones y replanteos.