"En México, a quien se cataloga como un perdedor, como un nadie se le designa con la palabra, pendejo. Porque este adjetivo etimológicamente refiere a lo pequeño, a lo insignificante, a lo oculto, lo estéril. En contraparte, para catalogar a una persona de éxito, de excelencia y poderosa se le designa con la palabra, verga. Es su antítesis porque refiere al centro, a quien ordena, a quien procrea y protege. La gran aspiración del pendejo es llegar a ser la verga. En este libro nos vamos a encontrar con las actitudes que identifican a algunos mexicanos a través de estos dos ambivalentes vocablos. Estas palabras son muy cotidianas y son parte fundamental de nuestra idiosincrasia. Entre sus líneas es seguro se encontrará con mucha gente que conoce y, quizás, se encuentre con usted mismo, aunque intente no reconocerlo."