Leer este libro del escritor Lewis Hellman, no es si no comprobar las posibilidades que puede alcanzar la autocritica lirica; un poeta como el, precisa de sondear e interpelar al mundo a partir de sus mas —en apariencia— inexplicables circunstancias, para conformar la materia de su decir y asi desafiar la inamovilidad del acto de encantamiento, en este caso aprehendido por la palabra. A pesar de su titulo, La magia gue supems, lo que debemos esperar en un libro como este no es en verdad prestidigitaciOn, pues es sustancialmente vision y arcano. Lewis sabe revisitar las vanguardias: Dada y Surrealismo a un tiempo (…) ¿La poesia como trastorno de la objetividad? He aquí Hellman: Una vez miré la Luna parecía / el canto de un cuchillo árabe. ¿Un desmembra-miento? Un fresco, una bocanada de luz y —¿por qué no?— una incisión. Rito Ramón Aroche Se cuenta que los cruzados hervian los cuerpos de sus camaradas muertos en batalla, para asi llevar de regreso los huesos y enterrarlos en tierra consagrada. La poesía del exilio tiene algo de eso, es una forma que tiene el poeta de salvaguardar sus propios huesos para un regreso posible a esa patria, cada vez más utópica; o será que ¿en realidad esos huesos poemas son la patria que uno lleva consigo? Lewis Hellman le da sentido a estas palabras: un poemario despejado de todo lo que no este en función de la verdad poética, tan limpio como una hermosa piedra de rio, roca de fundamento. Es facil identificar lo cubano en estos poemas, de un escritor ya maduro que sabe lo que hace y logra un espacio de cadencia y calidez. Estoy seguro de que el lector sabrá admirar la belleza que revelan sus versos. Marcial Gala