En el arte de comunicarnos unos con otros no basta con tener un cúmulo de buenas ideas, sino que, además, resulta indispensable manejar con habilidad y maestría la voz. Desde los tiempos de la antigüedad, la historia registra el ejemplo de grandes hombres que gracias a una palabra fluida y clara condujeron a sus pueblos a empresas colosales. Es así que una voz aguda molesta, una tenue lo mismo, una voz ronca o chillona igualmente, una voz grave inquieta; una entonación horizontal resulta monótona y una oralidad fragmentada pierde coherencia. El manejo adecuado de la voz se convierte así en un arte que, para quienes lo ejecutan, al igual que los pintores o escritores, debe ser pulido, trabajado esmeradamente y con elevado profesionalismo. Todo ello, nos lleva a reflexionar en la importancia y preparación que deben tener quienes se enfrentan a una audiencia de verbalización de acusación, a una preparatoria, a un juicio oral. Juicio oral que de no ser adecuadamente planificado puede prestarse a disímiles interpretaciones como a un rotundo fracaso. Es costumbre insuperable que los abogados se presenten a las audiencias pre anotadas sin preparar el tema que defenderán y debatirán, lo cual, se ve reflejado cuando le aducen a otro defensor que se demore en su intervención, que cuánto tiempo invertirá en su argumentación, que proponga una nulidad, que solicite un aplazamiento por llegar hasta ahora a esa instancia, et sic de coeteris.
Detalles
- Editorial: FLORES EDITOR
- Año de edición: 2021
- Materia Derecho penal
- ISBN: 9786076108215
- Páginas: 222
- Encuadernación: RUSTICA