A través de diez volúmenes, La vida constitucional de México condensa cien años de historia constitucional mexicana, desde el Estatuto de Bayona —que junto con la Constitución de Cádiz forma parte de las constituciones que el autor califica como impuestas— hasta la Constitución vigente, pasando por la Constitución de 1824, las Leyes Constitucionales de 1836, las Bases de Organización Política de la República Mexicana de 1843, la Constitución de 1857, el Estatuto Provisional del Imperio Mexicano de 1865, entre otros textos de carácter constitucional, a cuyo examen concurren la óptica jurídica y la historia política, a la luz del periodo de la evolución histórica nacional en el que a partir de la herencia novohispana se sucederían los distintos, y muchas veces antagónicos, proyectos de nación. En este sexto volumen, La decadencia del centralismo, el autor se enfoca tanto en las bases constitucionales de 1843, que confirmaron el predominio de la visión centralista propia del bando conservador —vigente desde 1836—, como en el Acta Constitutiva y de Reformas de 1847, cuya tendencia liberal anunció la índole de la escena política ulterior.

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