La autora nos saca del tedio, del confort y de la rutina, nos espabila con sus preguntas y exigencias, y nos urge a responder con celeridad y firmeza. También nos protege de la vanidad y de la autocomplacencia, impidiendo que nos deslicemos por la fina y resbaladiza pendiente del aburguesamiento. Se llama adversidad, seguro que la conocen. Es una señorita que tarde o temprano, cuando menos la esperamos, nos visita. Este libro es de lectura obligada para repensar y vivir la resiliencia. Sabiendo que todo se puede superar con esperanza, voluntad y optimismo, y viendo la vida como lo que es: un regalo. Ese instinto de supervivencia es el que nos hace ser resilientes. En este libro encontrarás las claves para conseguirlo.